La leche en especial es un producto sumamente vulnerable
a riesgos microbiológicos que podrían afectar su calidad
sanitaria debido a que su humedad, pH y alto contenido de
proteínas proveen un medio ideal para el crecimiento
bacteriano, aunado a ello las enfermedades que pueden
llegar afectar al ganado caprino productor de leche como
la brucelosis y mastitis pueden afectar directamente la
inocuidad y calidad de la leche, representando un peligro
potencial para la salud pública si no se aplican sistemas de
minimización de riesgos contempladas en las diferentes
etapas desde la producción, ordeña y hasta su transporte.