Es un producto creado con la intención de poder perfumar todo el cuerpo, sin ocasionar
eventuales perjuicios derivados de alergias o irritación por una concentración excesiva de
esencia.
La moda de perfumar el cuerpo llegó a Europa en la década del 70, y con distintos matices, fue
reemplazando a la tradicional “colonia de baño” de las primeras épocas.
Dada la baja concentración de esencia que lleva un Splash, es muy importante, elaborarla con
cuidados especiales, fundamentalmente para evitar irritación y eventuales alergias.
La aplicación suele hacerse por medio de vaporizadores a bomba o aerosol.
Es importante considerar que solo tiene efecto aromatizante y no es un desodorante ni mucho
menos un antitranspirante antisudoral.
Es sólo una forma de “perfume” que permite la renovación permanente durante varios
momentos del día, otorgando frescura y sensación agradable permanentemente.