EL ESTRÉS Y LAS ARMAS PARA COMBATIRLO
La ciencia y la experiencia de los hombres creyentes prueban que el estrés es controlable. El estrés puede ser evitado con armas del espíritu como la oración y la meditación.
Además, su corazón puede ser llenado de esa paz cristiana resultado de conocer la doctrina de la justificación por fe. La justicia por la fe es un conocimiento liberador y que tiene el poder de librar al hombre de las angustias y de la culpa.
Asimismo, el actuar con tolerancia a ideas contrarias, el ser amable con todos, tener un corazón bondadoso sumado a aplicación de las reglas del Principio de Pareto de no dejar postergado para mañana ninguna actividad del día que sea importante contribuirán a este fin.
En este libro comparto igualmente algunos otros principios que al ser puesta en práctica serán de mucha utilidad para manejar el estrés.