Cuando hablo de ti, me basta sentir la caricia de tu voz en mi pensamiento y atrapar el olor de tu aliento para sentirte a mi lado.
Y hoy en esta noche, he decidido que lucharé por ti, porque siento que estoy queriendo con todas las fuerzas de mi corazón. Esto que mi alma siente me hace tan feliz y a Dios le doy gracias por haberte puesto en mi camino.
Y aunque tu digas que todo ya se acabó, aun te siento aquí conmigo, de tu esencia estoy rodeada, lo que tal vez sea un castigo.