Sentir miedo no es malo. Esta emoción suele activarse cuando estamos ante una situación de peligro. El problema es que, en ocasiones, es irracional. Es decir, no es un miedo real. Sentir temor a hablar en público o a la posibilidad de que una relación se rompa es fruto de inseguridades. Aunque, también, probablemente estén actuando determinadas creencias que será necesario cuestionarnos.
El miedo es una emoción inherente al ser humano. Está ahí desde que nacemos hasta el mismísimo día de nuestra muerte. Por ello, se antoja muy importante saber convivir con él y aceptar que siempre nos acompañará en cualquier decisión que tomemos. Por eso, aunque en ocasiones este sentimiento nos desborde, es importante aprender a vencer el miedo para que este no nos paralice.
¿Te gustaría vivir la vida de tus sueños? ¿Cómo te sentirías si pudieras dominar tus miedos? Es el momento de tomar el control sobre tus emociones y tus miedos. Es hora de que dejes de ser dominado (a) por el miedo. Llegó la hora de romper la parálisis y el estancamiento que el miedo produce. El miedo evita que las personas puedan salir adelante, les impide tomar acción y disfrutar plenamente de la vida. Cuando pregunto a las personas.
“Nunca dejes que el miedo sea tan grande que te impida seguir adelante”