Mi nombre es Anna, Coach en finanzas familiares.
Años atrás lo comprábamos todo a plazos con deudas, por una elección personal, porque creía que lo hacía bien. ¿Por qué iba a pagar en efectivo, si podía pagarlo poco a poco? ¿Para qué le iba a dar el dinero a la empresa si lo podía tener yo? Compraba los muebles a plazos, compré la casa, compré el primer coche, compré el segundo coche, la hipoteca, la moto, los muebles, el ordenador de mi hija, el de mi otra hija, teníamos un sin fin de deudas, podíamos pagar todas, pero deudas al fin.
En el 2020, Cuando llegó la inesperada pandemia, tanto mi marido como yo nos quedamos sin trabajo temporalmente. Yo ya había iniciado y aplicado la educación financiera que aprendí en una formación. Llevaba mis cuentas al día, ya había conseguido pagar las deudas, ahorrado e invertido.
Aquel día le mostré el patrimonio y le dije: mira, esto es lo que tenemos, podemos vivir 2 años sin ingresos, sin cambiar nada en nuestro estilo de vida. Y si nos volvemos austeros, podemos vivir 4 años, si vendemos los coches porque ya no requerimos ir al trabajo, podemos vivir 6, y si además recuperamos el plan de pensiones podemos vivir 8 años. Podemos estar mucho tiempo sin tener ingresos en casa. Cuando nos dimos cuenta de eso, ambos empezamos a sentir la abundancia, porque no es la cantidad que tienes, sino lo que tienes, qué representa.
Todo esto fue posible gracias a lograr entender el concepto de minimalismo y unirlo con el método ISLADIF. Qué quiere decir, practicar el minimalismo y al mismo tiempo seguir el método de ahorro, gastos e inversión.
Logré mejorar mi vida. Aprendí que la mejor manera de evitar complicaciones era dedicando una parte de mi dinero al ahorro.
Me alegro de que mis conocimientos y mi forma de actuar también esté siendo aprendido por mis hijas y que ellas van poniendo en práctica.
Lo que antes era riesgo e inestabilidad ahora es estabilidad y seguridad.