Cultiva una sexualidad sana en tus hijos
Enséñales que hacer pipí o popó es una necesidad normal y no algo sucio.
Fomenta una comunicación abierta sobre sexualidad con tus hijos.
Observa posibles focos rojos de exploración en su comportamiento.
Mantente atento a cambios en su comportamiento que pueden indicar abuso.
Elimina frases negativas y utiliza nombres adecuados para las partes del cuerpo.
Permite la desnudez natural entre padres e hijos.
Brinda información adecuada sobre los cambios corporales antes de que ocurran.
En tu proceso de educación sexual personal y familiar, es importante:
Mirar hacia tu propia historia y cómo influye en tu percepción.
Comunicarte abiertamente con tu pareja sobre temas sexuales.
No ocultar cambios físicos o despertares sexuales en tu pasado.
Disfrutar plenamente tu sexualidad para ser un buen ejemplo para tus hijos.
Recuerda que la educación y el diálogo son clave para proteger a tus hijos, asumiendo un enfoque positivo y abierto sobre la sexualidad.