El Rostro de mi Humanidad
Los invito a un viaje, pero uno muy especial, que nunca podrán hacer si
no es de la mano de Edmundo Martel. Este viaje es por un laberinto, el
de su alma, desnuda en este libro, sincera, abierta a la contradicción y
al sentimiento.
Un poema es la síntesis del todo, y al leer el siguiente, un nuevo todo
comienza.
No es caprichoso, encontrar en estas páginas una reminiscencia
“bukowskiana”, la belleza y la miseria, la soledad, el misterio de la
bohemia, la marginalidad, que tanto seduce.
Su sensibilidad refinada y, tal vez, fuera de época, nos muestra que el
romanticismo no ha muerto, sólo ha cambiado de forma.
Cuando el dolor llega, cuando el amor se vuelve paradoja, cuando la
verdad se desviste irónicamente seductora, se abre la palabra y de esa
palabra nace el verso, cargado de emociones ambiguas, de mensajes
entre líneas, ¡pero tan directos! ¡tan simples y complejos!
Edmundo Martel, un joven poeta, un hombre joven, nos brinda la
posibilidad de ver un mundo, el suyo, identificándonos y haciéndonos
cómplices. Cada metáfora, cada verbo reforzando la imagen, la mística
resurrección de los deseos y la magia, impiden la negación, envuelven,
trocan los ocasos por amaneceres, y los amaneceres por noches sin
luna, donde las estrellas aportan la luz que esa oscuridad necesita.
Edmundo Martel, sabe que la poesía es la vida misma y lo transmite de
la mejor forma, en forma de poesía
Entonces... ¿están preparados?
¿Comenzamos el viaje?
Elisa Ponce