EL SECRETO DE LA MASCULINIDAD, UN CUELLO GRANDE

Durante mucho tiempo en el mundo del fitness se ha relacionado el tener un buen físico, con un torso y (en menor medida) unas piernas desarrolladas.

Desde la época de los tiempos dorados del culturismo, con ejemplos como Arnold, Frank Zane entre otros, hasta tiempos recientes, en el que estamos constantemente viendo cuerpos increíbles en las redes sociales, nos hemos acostumbrado a relacionar la estética con el desarrollo de determinados grupos musculares, unos mas que otros, dígase el pectoral, los brazos o el abdomen. Mentiría si dijese que esos torsos que cuentan con una buena cantidad de masa muscular y un porcentaje graso de alrededor del 5-6% no se ven bonitos, ¿Quién no deseo alguna vez tener los pectorales de Schwarzenegger o el abdomen de Zane?

Ahora, también es bien sabido que para el 99% de nosotros esta cantidad de musculo sumado a este porcentaje de grasa esta fuera de nuestro alcance, en primer lugar, porque no tenemos su genética, y en segundo porque la mayoría de nosotros no hacemos uso de sustancias farmacológicas (es sabido que culturistas como Schwarzenegger aceptaron haber hecho uso de este tipo de sustancias, por lo que este punto no es debatible).