Niveles de la vida
Los seres vivos son entidades biológicas que tienen la capacidad de realizar funciones vitales, como el crecimiento y el metabolismo. Se caracterizan por estar compuestos de células, tener material genético y ser capaces de responder a estímulos.
Todos los seres vivos en el planeta Tierra están constituidos por los mismos elementos químicos y se rigen por las mismas leyes físicas. Además, a diferencia de la materia inerte, los seres vivos comparten una serie de características propias:
Homeostasis: Mecanismo de autorregulación que permite a los seres vivos mantener un estado de equilibrio dinámico en su interior.
Desarrollo y crecimiento: Procesos de transformación progresiva, a través de las diferentes etapas vitales (desarrollo), y de tamaño, como consecuencia de la proliferación celular (crecimiento).
Metabolismo: Conjunto de reacciones químicas que tienen lugar en las células y que convierten los alimentos en la energía necesaria para el funcionamiento, el crecimiento y la reproducción.
Relación o interacción: Acción o conjunto de acciones vinculantes entre dos o más seres vivos, que involucra algún grado de reciprocidad.
Reproducción y herencia: Formación de nuevos organismos y transmisión de información genética para perpetuar los genes de una población.
Evolución y adaptación: Transformación gradual, a lo largo del tiempo, como resultado de la selección de los individuos en una población que responden mejor a los cambios en su entorno.