Mentalidad de crecimiento: cómo desarrollarla
Descubre por qué tener una mentalidad de crecimiento es crucial para el éxito.
Tener una mentalidad de crecimiento es la forma de ver la inteligencia y las habilidades de una persona como factores que se pueden mejorar con tiempo, esfuerzo y dedicación.
Esta teoría fue desarrollada por la Dra. Carol Dweck, quien a través de años de investigación sobre la educación, empezó a darse cuenta de que cuando los estudiantes veían sus habilidades como algo fijo, no querían enfrentarse a situaciones que los hicieran parecer poco inteligentes, y también que cuando conseguían superar una dificultad con sus habilidades, parecían no querer enfrentarse a ella de nuevo.
Sin embargo, logró observar que cuando alguien con una mentalidad de crecimiento se enfrentaba a un desafío, se motivaba y quería mejorar sus habilidades. A lo largo de su investigación comparó estas dos mentalidades, el deseo y la resiliencia a la hora de enfrentarse a un reto y cómo estos factores impactaban en el éxito de los estudiantes.
En este post nos basaremos en el trabajo de la Dra. Dweck para profundizar en la mentalidad de crecimiento. ¿Quieres conocer más sobre el tema y aprender a desarrollar esta mentalidad? ¡Quédate hasta el final!
¿Qué es la mentalidad de crecimiento?
Como comentamos al inicio, esta teoría sobre la mentalidad de crecimiento fue desarrollada por la Dra. Carol Dweck, profesora de Psicología de la universidad de Stanford y una de las principales investigadoras y referentes en educación.
Tener una mentalidad de crecimiento significa entender que la inteligencia propia no es algo fijo, que la habilidades pueden mejorar como resultado del esfuerzo y que las dificultades no son algo negativo sino oportunidades para mejorar. Alguien con esta mentalidad no piensa que no puede hacer algo, sino que todavía no puede hacerlo.
Las personas con mentalidad de crecimiento entienden que sus habilidades y destrezas se pueden desarrollar y mejorar a través del trabajo y la constancia, son conscientes de que sumar pequeños esfuerzos diarios contribuye al aprendizaje y al desarrollo de nuevas capacidades.
Para definir mejor este concepto, veamos lo que dice la Dra. Dweck al respecto: “esta mentalidad de crecimiento se basa en la creencia de que tus cualidades básicas son cosas que puedes cultivar a través de tus esfuerzos. Aunque las personas pueden diferir en todos los sentidos, en sus talentos y aptitudes iniciales, intereses o temperamentos, todos pueden cambiar y crecer a través de la aplicación y la experiencia”.
¿Cuáles son los tipos de mentalidad?
Según este enfoque de la Dra. Dweck, existen dos tipos de mentalidad: la de crecimiento y su contraparte, la fija
¿Qué es la mentalidad fija?
Una mentalidad fija se basa en la creencia de que la inteligencia, las habilidades, los rasgos de personalidad y los talentos de una persona son algo con lo que venimos desde el nacimiento y no pueden cambiarse.
Partiendo de esta creencia, las personas con mentalidad fija no le ven sentido a tratar de hacer y aprender cosas nuevas, pues creen que el éxito es solo la expresión de sus rasgos inherentes como la inteligencia, el talento y la personalidad.
En lugar de ver los errores y desafíos como oportunidades para crecer, una persona con mentalidad fija entiende el error como un fracaso, generando una tendencia a escapar de las dificultades para no sentir que sus debilidades son expuestas.
Diferencias entre la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento
Para entender estas diferencias, veamos lo que dice la Dra. Dweck al respecto con base en un experimento realizado:
“A los estudiantes universitarios, después de obtener malos resultados en un examen, se les dio la oportunidad de ver los exámenes de otros estudiantes. Aquellos con mentalidad de crecimiento observaron las pruebas de personas que lo habían hecho mucho mejor que ellos. Como de costumbre, querían corregir su diferencia.
Pero los estudiantes con mentalidad fija, optaron por mirar las pruebas de personas que lo habían hecho muy mal. Esa era su manera de sentirse mejor consigo mismos”.
Aunque este ejemplo deja claro la perspectiva que adoptan las personas según el tipo de mentalidad, veamos otras características que evidencian también las diferencias entres las dos mentalidades:
Las personas con mentalidad de crecimiento:
- Creen en la inteligencia como algo que se puede desarrollar.
- Aceptan desafíos.
- Desean aprender cosas nuevas.
- Persisten incluso en lo que no resulta fácil.
- Ven el fracaso como una oportunidad de crecer.
- Perciben como inspiración el éxito de los demás.
- Ven el esfuerzo como el camino hacia el éxito.
Las personas con mentalidad fija:
- Ven la inteligencia como algo innato y estático.
- Evitan los desafíos.
- Tienden a rendirse fácilmente.
- Ignoran los feedbacks constriuctivos.
- Ven el fracaso como el límite de sus capacidades.
- Creen inútiles los esfuerzos para alcanzar sus metas.
¿Cómo promover la mentalidad de crecimiento en los estudiantes?
La estructuración de los sistemas educativos a nivel mundial, cuyo foco está en los resultados finales (exámenes) y no en el proceso de aprendizaje en sí, contribuye al desarrollo de una mentalidad fija, más que al de una mentalidad de crecimiento.
Además, bajo este modelo de enseñanza, se suele tener una relación negativa con el fracaso, lo que crea un ambiente que no fomenta asumir riesgos por parte de los estudiantes y no los incentiva a experimentar.
Las investigaciones de la Dra. Dweck concluyen que los padres, maestros y educadores pueden ayudar a motivar la mentalidad de crecimiento.
Ella afirma que elogiar solo la inteligencia de los estudiantes puede favorecer el desarrollo de una mentalidad fija. Mientras que si padres y educadores se centran en celebrar más el proceso que el resultado, los estudiantes (en especial los niños) pueden enfrentarse mejor a los desafíos y no sentirse derrotados cuando las cosas se ponen difíciles.
Siguiendo estas consideraciones, los educadores pueden promover la mentalidad de crecimiento en los estudiantes de estas tres formas:
- Entendiendo cómo aprenden.
- Ayudando a derribar la creencia del error como algo negativo, y fomentando la idea de que son oportunidades de crecimiento.
- Premiando el esfuerzo y ayudando a que los estudiantes vean el estudio y la constancia como medios para alcanzar buenos resultados.
¿Cómo trabajar la mentalidad?
El primer paso para pasar de una mentalidad fija a la mentalidad de crecimiento es entender que el cambio es posible. Partiendo de esa premisa, estas son 4 maneras de desarrollar una mentalidad de crecimiento:
1. Afronta los desafíos entendiendo que son una oportunidad
El miedo a los desconocido, las creencias limitantes y el miedo al fracaso guardan una estrecha relación entre sí. Una forma de hacerle frente a los desafíos como oportunidades es experimentando, analizando tus errores y lo más importante, siendo paciente.
En este sentido, una de las cosas que necesitas es cambiar tu perspectiva de “no soy lo suficientemente bueno para esto” a “de momento no sé bien cómo hacer esto, pero con la práctica mi habilidad mejorará”.
2. Prueba distintos métodos de aprendizaje
Producto del miedo al fracaso, la mentalidad fija se caracteriza por proponer siempre los mismos métodos para la resolución de problemas y el aprendizaje. Sin embargo, usar siempre las mismas formas de aprender traerá los mismos resultados.
Pero, probar nuevos métodos de aprendizaje, incluso para aprender cosas que nunca has hecho antes, es la oportunidad para salir de tu zona de confort y conocer un mayor espectro de posibilidades para los problemas que puedes resolver.
Es importante que tengas en cuenta que los métodos que han funcionado para otros, puede que no lo hagan para ti. Y eso está bien, ya que no todos aprendemos igual.
Además, este proceso debe ser una competencia contigo mismo, y la única comparación que debes hacer es entre la persona que eras antes, la que eres hoy y la que quieres ser mañana.
3. Acepta tus imperfecciones
Entender tus imperfecciones como lo que te diferencia del resto, reconocerlas y aceptarlas, es lo que puede llevarte a trabajar en ellas. Por el contrario, esconder tus debilidades no te ayuda a superarlas.
4. Aprende de tus fracasos
Evalúa lo que no te salió bien en un primer intento y en lo que fallaste para aprender y hacerlo mejor la próxima vez.
¡Ahora sí! Todo listo para desarrollar una mentalidad de crecimiento
Para terminar, te queremos dejar con esta frase de la Dra. Dweck sobre las personas con mentalidad de crecimiento para que la recuerdes:
“Para las personas con mentalidad de crecimiento no se trata de perfección inmediata. Se trata de aprender algo con el tiempo: afrontar un reto y progresar”.
Así que ya sabes, en el proceso de desarrollar esta mentalidad o de ayudar a otros a hacerlo, es necesario tiempo para que aparezca el verdadero potencial.
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