Cuando nos ponemos a pensar en qué significa felicidad, damos un concepto de lo que querríamos alcanzar: gloria, éxito, dinero, entre otras cosas.

Sin embargo, cuando la pregunta es ¿qué momentos felices quedan en tu memoria? las respuestas son más simples, entre ellas, una cena en familia, una tarde de con los primos, un encuentro con amigos, y es que la felicidad es muy simple y muy compleja a la vez.

Beatriz entendió la diferencia después de pasar por muchos momentos difíciles, estando lejos de lo que en verdad la hacían feliz, su ciudad y su familia. 

Ven y disfrutemos esta historia juntos.

Todo comienza con un sueño

Beatriz es originaria de la región de León, una ciudad al noroeste de España, siempre se caracterizó por tener un gran aprecio por la familia y los inolvidables momentos compartidos con ella.

A pesar del gran amor por su familia y sus costumbres, Beatriz siempre tuvo la intención de abandonar su zona de confort y descubrir nuevos caminos y nuevos riesgos. 

Una parte de ella le llevaba a preguntarse cómo sería desconectarse un poco de todo lo que había conocido, cambiar de rumbo y darle un giro a su vida, pero esos pensamientos se desvanecían entre la rutina y el pasar del tiempo.

Cierto día, Beatriz conoció el amor de una manera inesperada, este amor sería el motor que la impulsaría a tomar riesgos y a conectar con esos pensamientos que durante mucho tiempo habían estado dormidos en lo más profundo de su ser.

Por fin, Beatriz estaba decidida a dejar León y todo lo que había conocido para mudarse de ciudad, momentos malos y buenos se irían para comenzar un nuevo camino desde el principio.

Todo cambio tiene un inicio difícil 

Beatriz llegó a Madrid con una maleta cargada de sueños, era hora de comenzar desde cero, las altas expectativas y las ganas de conquistar aquella ciudad eran indescriptibles.

La protagonista de esta historia se había trazado el objetivo de dar lo mejor de sí cada día para poder regresar airosa a León y contar a su familia su historia de éxito, sin embargo, las cosas no siempre salen como se esperan.

Beatriz consiguió un trabajo similar al que desempeñaba en León y con el tiempo se dio cuenta de que la vida en Madrid no era muy diferente a la que ella estaba acostumbrada.

Las cosas se pusieron difíciles, Beatriz había caído en la misma situación en la que se encontraba anteriormente, aburrida, sobrecargada de deberes y con poco tiempo para hacer lo que en realidad le gustaba. 

Las quejas y los pensamientos de abandonar el objetivo que se había propuesto comenzaron a hacerse presentes. Beatriz no había encontrado la felicidad en Madrid, esos ánimos y expectativas con los que había llegado se habían esfumado.

Beatriz se encontraba en la misma situación, sin embargo ahora estaba sin lo que más amaba. Su soporte, su familia.

Yo soy de León y dejé mi ciudad por amor, pero no encontré la felicidad aquí en Madrid. El trabajo era el mismo, la vida era la misma, pero ya no tenía la compañía de mi familia ni el tiempo suficiente para verlos. – Beatriz González

El estímulo de una nueva profesión

Beatriz se ha caracterizado por nunca darse por vencida ante las adversidades, ya sea en León o en Madrid, ella seguía siendo la misma, y necesitaba un nuevo cambio en su vida. Aquello no era lo que quería para ella.

Es así, que un día navegando en internet se propuso buscar nuevas profesiones y dentro de todas las que encontró hubo una que le atrajo mucho la atención, sentía que algo adentro le decía que ese era el camino correcto.

Era un curso de asistente virtual, que se elevó como una nueva alternativa de cambio para su vida. Al principio dudó un poco, muchas preguntas abordaron su mente.

Beatriz se preguntaba si el curso sería lo que ella esperaba, si la educación a distancia funcionaría y cuál era el valor de la profesión que aprendería en el mercado laboral. 

Después de hacerse todas estas preguntas y meditarlo durante un tiempo, Beatriz investigó un poco más sobre la profesión y llegó a un curso online de una de las referentes en Asistencia Virtual, Esther Mayor.

La experiencia que Esther había tenido como asistente virtual y la rápida evolución de la carrera junto a las ganas que tenía por aprender algo nuevo hicieron que Beatriz se decidiera a adquirir el curso.

De hecho, fue la mejor decisión que pudo tomar; desde el inicio, Beatriz comenzó a disfrutar mucho el curso y durante el proceso de aprendizaje descubrió muchas cosas nuevas que no solamente le enseñaban a ser una excelente asistente virtual, sino que también le ayudaban a desarrollarse como persona.

Busqué en internet nuevas profesiones y encontré uno que resonó muchísimo dentro de mí, la asistencia virtual. – Beatriz González

Comprendiendo la felicidad con los cursos online

El curso era un éxito y Beatriz creía en lo que estaba haciendo, inclusive antes de que ella terminara dicho curso, ya contaba con sus primeros clientes, ella no se había dado cuenta, pero este era el inicio de su nueva vida.

Las ganas de realizar cosas nuevas con pasión habían regresado, el aburrimiento y las quejas ya no estaban más en su vida y esa alegría se transformó en éxito profesional y muy buenas referencias.

De la mano de Hotmart, Beatriz conoció a Esther y al curso que le cambió la vida. Ahora ella puede disfrutar de más libertad en su trabajo, haciendo lo que realmente le apasiona y gestionando su tiempo de mejor manera.

La felicidad que no pudo ser al cambiar de ciudad, la encontró en su familia y en el descubrimiento de su verdadera pasión.

Nunca imaginé que este curso podría cambiarlo todo. – Beatriz González

¿Quieres dedicarle más tiempo a lo que en verdad amas?