En un fondo amarillo, un hombre con semblante tranquilo en medio a iconos que indican desafíos, como paraguas, gráfico negativo, triângulo con símbolo de exclamación.

Capacitación para creadores

Liderazgo y manejo de crisis

¿Algunos líderes tienen más capacidad para manejar una crisis? Sí, pero esta es una competencia que también se puede desarrollar. Lee este artículo y compruébalo.

Isidro Iturat Hernández

16/07/2020 | Por

Put the people first.

John C. Maxwell

Diciéndolo de la manera más simple posible, podemos describir la figura del líder como alguien que estimula la vida de un grupo desde una posición de decisión, nutriendo, inspirando, mostrando caminos de desarrollo.

Sin importar si tiene o no un cargo oficial: puede ser un gestor de empresa o un estadista, claro, pero también una madre o padre de familia, alguien en un grupo de amigos o vecinos, etc.

Existen muchos libros que nos dan amplios repertorios sobre lo que son las características del líder: autenticidad, capacidad de resolver problemas, amor, fortaleza, justicia, prudencia, perseverancia, compasión, etc.

Pero en el artículo de hoy vamos a intentar discernir cuáles son los rasgos de personalidad y formas de conducta que puedan ser más necesarios para el líder a la hora de encarar, en específico, el manejo de escenarios en crisis colectivas.

Visión general de un escenario de crisis colectiva

Lo que llamamos crisis es, básicamente, un momento en el tiempo donde las dificultades se intensifican bruscamente.

En la vida humana, esta se manifiesta a través de estados de peligro, agotamiento de recursos y caos.

Con relación a su influencia sobre la personalidad de los individuos, este efecto intensificador se convierte en una prueba para nuestro carácter: lo malo se puede hacer más malo, pero… lo bueno también más bueno.

O sea que, como en todo, para este escenario tendremos también las dos caras de la moneda. 

Así, entre los aspectos positivos de una crisis podemos citar, por ejemplo, que:

  • Es el comienzo del ciclo de crecimiento. Pues cuando ya estamos en el fondo del pozo, la única manera de moverse es (con los inevitables altibajos) hacia adelante y hacia arriba.
  • Incrementa nuestra capacidad de focalizar, pues la presión que ejerce nos obliga a desconsiderar todo lo que no es esencial.
  • Nos saca de la zona de confort para llevarnos a la zona de creatividad. Muchos de los grandes avances benéficos de la humanidad se dan en épocas de crisis. 
  • Nos hace hacer cosas que nunca haríamos si no nos viéramos en medio de ella porque hace falta cambiar. En la normalidad, no nos arriesgaríamos tanto.
  • Cada escenario de crisis lo es también de oportunidades. La crisis sacude las estructuras que se habían vuelto rígidas, revela y permite eliminar lo obsoleto, permite que nuevos y mejores caminos se abran.

Con relación a ella, cualquiera que esté en una posición de decisión, lo que tiene que preguntarse no es si vendrá, sino cuándo, y qué se va a hacer cuando esta llegue, pues este tipo de situación es, simplemente, parte de la vida.

Toda la vida ha habido momentos de crisis y toda la vida los habrá.

¿Cómo se comportan las personas que viven una crisis?

En el polo negativo, cuando el individuo se depara con un desafío que evalúa como superior a sus fuerzas y que llega al punto de hacérsele inadministrable, eso produce estados de “quiebra psicológica”, en los que predominan sentimientos como miedo, ansiedad, desesperanza, parálisis, frustración, melancolía, enceguecimiento interior, etc.

En el polo positivo, también puede darse un desarrollo espectacular de los buenos valores interiores: el amor, la compasión, el coraje, el refinamiento de defectos del carácter, etc.  

¿Cuáles son las necesidades más importantes de las personas  en tiempos de  crisis?

De manera general, en este momento las personas necesitan: 

  • Respuestas.
  • Que les infundan valor, esperanza y fuerza.
  • Seguridad. Tanto en relación a sí mismas como en relación a las decisiones que, dentro de un grupo, un líder tome.
  • Ante el conflicto interno, que el líder integre al grupo, que reconcilie a las personas.
  • Que les muestren un camino definido, coherente, con perspectiva de futuro. El líder podrá no tener todas las respuestas, pero sí habrá de ser capaz de definir al menos unas líneas básicas de acción, pues ello ayuda a tomar decisiones y es lo que genera la esperanza. 

Algunos aspectos de conducta importantes para el líder en el manejo de crisis

Autodominio y autoconocimiento

Una de las responsabilidades del líder es la autoexploración de la propia conducta y de los propios sentimientos, lo que llamamos inteligencia emocional.

Y la manera más objetiva de conocerse a uno mismo es ver los resultados que producen las propias acciones.

Especialmente a la hora de manejar una crisis dentro de cualquier grupo humano, donde no es infrecuente que haya altos niveles de ansiedad general y divisiones internas, resulta esencial que el líder consiga mantener la serenidad en medio del peligro.

Por ejemplo, nada más nefasto en una situación de crisis que ver a un líder con un discurso y actitud violentos, humillando al grupo, pues estando ya las personas debilitadas, eso empeorará todavía más drásticamente el escenario. 

Es como lanzar una bomba sobre una moral colectiva ya por sí debilitada.

Por otro lado, cuando uno consigue aquietar la propia ansiedad, amansándose y autodisciplinándose, eso permite también que afloren y se fortalezcan las propias cualidades positivas del carácter.

Y entre otras cosas, eso facilitará, por ejemplo, que las personas quieran cooperar con nosotros por libre y espontánea voluntad  y para mutua alegría, que quieran estar firme y fuerte con nosotros trabajando para que el barco continúe a flote.

Para resumirlo de alguna manera, el manejo del propio sistema emocional bien podría compararse al manejo de un automóvil:

Un buen conductor sabe parar, avanzar y dar marcha atrás, acelerar y desacelerar, buscar una ruta alternativa si una vía está bloqueada, buscar en el mapa la ruta más eficiente para ir del punto A al punto B. 

Por otro lado, un buen conductor no podrá evitar que un día el auto pase por un agujero que fue imposible de ver y que su auto sufra daños, y tendrá que llevarlo al taller mecánico para repararlo antes de poder volver a circular.

Doblarse, pero no quebrarse

liderazgo y manejo de crisis

Clave para superar estados de tensión es que la presión pueda incluso doblegarnos psicológicamente, pero no quebrarnos. Antes de superar la adversidad en la acción externa, hay que hacerlo interiormente.

Se trata de mantenerse fiel a sí mismo en primer lugar, sin permitir que influyan decisivamente sobre uno éxitos o fracasos externos, no sentir arrogancia cuando se está arriba ni desengaño cuando se está abajo.

Incluso, si nos vemos impedidos de ejecutar acciones prácticas, si estamos en un momento en que todas las puertas están cerradas y no podemos avanzar hacia ningún lado, el hecho de mantener la calma y permanecer fiel a sí mismo nos permitirá acumular una fuerza de reacción que con el tiempo habrá de proyectarse hacia afuera, siendo ello la base para conquistar éxitos futuros. 

La frontera de tolerancia psicológica al trauma

Otra cosa importante a considerar es que todo ser humano tiene una tolerancia psicológica limitada a la hora de asimilar un trauma.

Si alguien nos dice que ninguna situación puede superar sus fuerzas, no está siendo sincero o simplemente ha tenido la extraña suerte de que la vida no le dio nunca un golpe lo suficientemente fuerte como para derribarlo.

Cuando la persona recibe un trauma cuya intensidad va más allá de su capacidad de absorción psicológica, puede manifestar algún tipo de enfermedad o síntoma, ya sea físico o psicológico.

Pero la buena noticia está en que la frontera de tolerancia al trauma es algo móvil. Podemos ejercitarnos para ampliar nuestra capacidad para absorber impactos, y algo que ayuda mucho en primer lugar es tener consciencia de ello.

Aunque, decir esto no significa en absoluto que debamos ponernos en situaciones de peligro de forma gratuita. Sin buscarlo y de forma natural, la vida ya nos va sometiendo a los escenarios con los que realmente hay que lidiar, ni más ni menos.

Resiliencia

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Teniendo en cuenta la idea del punto anterior, cuando nos veamos sometidos a un momento de presión extrema ya sabremos que nuestra prioridad va a ser mantener la cabeza en su lugar.

Si un golpe no nos anula completamente, habrá que buscar un espacio para recuperarse de él y luego seguir adelante, sin importar el tipo de impacto o la gravedad del estado de privación al que podamos llegar a vernos sometidos. 

Si uno está derrotado pero continúa vivo y con capacidad de acción, ¿qué hacer, entonces, con el propio tiempo? Esto: 

Si aún respiras, hay que seguir andando.

La historia está llena de casos de gente que le dió la vuelta al juego e incluso llegó a hacer grandes cosas porque persistió hasta el último segundo en luchar por la vida. 

Véanse casos como el del político y Premio Nobel de la Paz Nelson Mandela, que sufrió la cárcel y luego tuvo un papel determinante en el fin de Apartheid en Sudáfrica.

O el del británico Steven Hawking, que sufría de esclerosis lateral amiotrófica y es uno de los mayores científicos de toda la historia de la humanidad. 

Y resumiendo: Si no te llega literalmente el momento de pasar a mejor vida o alguna enfermedad que te incapacite mentalmente para actuar, una crisis no es otra cosa que una montaña más difícil de escalar que las otras.

El momento de ceguera

Una de las reacciones frecuentes de la persona cuando se depara con una situación altamente traumática es entrar en algún tipo de estado de “ceguera” psicológica, un estado donde la mente consciente no quiere percibir las cosas. 

Esta ceguera puede manifestarse incluso en forma de diversos síntomas físicos. 

Por ejemplo, alguien presencia un accidente de tráfico con víctimas graves y el impacto emocional lo hace entrar en un estado de shock temporal que lo podrá llevar a marearse, a desmayarse, etc. Todo eso son recursos que tiene la mente para distanciarse de la fuente del trauma.

Si alguna vez te pasa eso, una cosa que funciona para el momento es concentrarse apenas en respirar, tu primera y única obligación va a ser respirar.

Realiza algunas inspiraciones y expiraciones profundas y, si es posible, busca algún espacio físico donde puedas quedarte solo para descansar, donde puedas estar tranquilo para centrarte y recuperarte.

Y una vez recuperado, volver a la acción.

Otra manifestación de la ceguera es cuando la persona se pone a razonar sobre una situación traumática evidente pero reacciona negando esa realidad.

Bueno, insisto en que este tipo de reacciones son totalmente humanas y naturales, intentos de adaptación de la mente ante escenarios tan dolorosos que superan la capacidad de asimilación del individuo.

Cualquier persona en medio del manejo de una crisis puede experimentarlos en algún momento. Pero tenemos que tener plena consciencia de que ese momento puede y debe ser superado.

Si en un líder la negación de la realidad es una condición psicológica arraigada en el propio carácter, algún trabajo tendrá que hacer para fortalecer esa debilidad. 

Esto es especialmente importante en su caso, porque las consecuencias de no hacerlo podrán ser gravísimas, tanto para uno mismo como para el grupo al que se esté liderando.

Así, con relación a este asunto, sigue la frase:

El primer compromiso del líder es con la realidad.

Y un cuento para ilustrarla:

Un lobo llega a la puerta de casa de un granjero (el animal tiene la capacidad de comerse al granjero y a su familia entera).

Si el granjero, a causa del miedo, entra en estado de negación, podrá razonar algo así: 

“No es un lobo, es un perrito inocente, no hay peligro alguno, hay que pensar positivo…”.

Si uno de sus hijos lo avisa, diciéndole: “Papá, hay un lobo enorme en la puerta de casa”, el granjero le dirá: “Eres un mentiroso”, “Estás exagerando”, etc.

Por otro lado, ¿qué podrá hacer aquí un granjero que conserve la objetividad? Quizás algo como:

“De acuerdo, es un lobo. Y observo que tiene tal tamaño, se comporta de tal manera, sus dientes miden tanto… Vamos a ver cómo lidiamos con él del mejor modo posible”.

Autenticidad y sencillez

Siendo auténtico (hacer lo que se dice) y manteniendo por otro lado una postura de sencillez, les ofreces a los otros una toma de tierra emocional. Es algo que ayuda enormemente a que alguien pueda confiar en ti.

Traer mejoras sin jactarse, sin aspavientos. 

Por otro lado, alguien con una “personalidad magnética”, que encante, que seduzca, si a la hora de la verdad, de pasar a la acción, no ofrece un apoyo verdadero, al menos a largo plazo no podrá hacer otra cosa, claro, que decepcionar.

También surge aquí la necesidad de recordar la diferencia entre influencia y manipulación: la influencia implica mover a la acción a las personas con el objetivo de beneficiarlas a todas, la manipulación implica moverlas a la acción para el solo beneficio del manipulador.

Un comentario sobre el fracaso

Si buscas en las biografías de los grandes individuos de la historia de la humanidad y te preguntas: ¿Cuántos de ellos nunca fracasaron? La respuesta será esta:

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Es justamente la capacidad de sobreponerse al fracaso lo que genera en el individuo la madurez, el desarrollo de los talentos y la fuerza emocional necesarias para hacer grandes cosas.

Es en el fracaso donde se revela la verdadera alma de la persona.

Creatividad

Tres son las claves para que la creatividad a la hora de resolver problemas se active de manera potente:

  • Identificar y buscar soluciones para un dolor o un deseo de alguien.
  • Ser actuante. Pues la creatividad viene a ti cuando eres actuante, no cuando te limitas solo a pensar.
  • Que tu experiencia previa no se convierta en una zona de confort que te deje preso a soluciones que no resuelven un problema nuevo

Es justamente esta última idea a lo que se refiere el Mantra V de Hotmart: 

No permitas que la experiencia limite la creatividad.

Pensamiento y acción

El solo pensamiento sin acción nos impide actuar cuando hace falta. Y a su vez, actuar sin pensar lleva a acciones inadecuadas.

Algo que cualquier líder debe cultivar, especialmente en el manejo de una crisis, es la acción combinada de pensamiento y acción.

Ver cuándo es momento de analizar, pensar, planificar, y cuándo es momento de ser ejecutor.

¿Cómo saber si nuestro pensamiento y acción son adecuados? Como ya hemos dicho, viendo los efectos prácticos que producen.

Desnutre tu miedo, nutre tu esperanza

En el caso del miedo y la esperanza: cuando te centras en el miedo te paralizas, cuando lo haces en la esperanza te movilizas.

Y otra ley universal: Cuando centramos nuestra energía en cualquier objeto, ese objeto crece.

Esto quiere decir que si centras la atención en las cosas que te producen miedo, el miedo va a crecer. 

Y al contrario, si las centras en las cosas que te fortifican y te dan esperanza, lo que va a ser más fuerte va a ser la esperanza.

Así, te dejo este llamado:

Desnutre tu miedo, nutre tu esperanza.

PGE: Pain, Gain, Experience (Dolor, Beneficio, Experiencia)

Un criterio que puede resultar útil para un efectivo liderazgo en tiempos de crisis es el concepto de PGE, método de análisis donde observaremos:

  • Pain (Dolor). Cuáles son los dolores que la situación puede producir.
  • Gain (Beneficio). Cuáles son los beneficios y oportunidades que la situación puede producir.
  • Experience (Experiencia). Qué experiencia positiva, qué aprendizajes, la situación puede producir.

Es especialmente importante tomarse en serio este último elemento: Experiencia. 

Que cuando una experiencia termine, no termine de verdad hasta que no la hayamos analizado a fondo y sacado algo bueno de ella.

Estudiar sobre liderazgo

Quizás la mayor necesidad que pueda tener cualquier líder es estudiar sobre liderazgo.

¿Existen personas que tienen más facilidad natural para liderar que otras? Al menos personalmente, pienso que sí. 

Pero, por otro lado, hay toda una serie de impactos que son generados por líderes “natos” que no estudian, que pueden arrastrarse incluso durante toda una vida sin ser corregidos, y que podrían evitarse con unos días de lectura de un buen libro sobre liderazgo.

Además, no hay nada mejor que el estudio para abrir caminos: 

¿Te encuentras en un callejón sin salida? Estudia. 

Pues es otra ley del universo que para cada problema hay una solución y, costando mucho o poco, hay que salir a buscarla.

Y, ya que estamos, aprovecho para compartir contigo un buen método que te permita aprender con calidad y en poco tiempo:

Para cualquier cosa que quieras aprender, entras en Google e investigas para encontrar los 3 mejores libros o cursos sobre ese asunto (puedes poner algo así como: “mejores libros sobre”, “mejores cursos sobre”…).

Si, por ejemplo, lees uno solo de los mejores libros sobre el tema “manejo de crisis”, después de unos días de lectura ya sabrás cosas que mucha gente que lleva incluso años trabajando en cargos de gestión (sin estudiar) ni siquiera llegará a saber nunca. 

Y si acabas de entrar en tu primer cargo de gestión, evitarás muchos de los errores del principiante.

Para cada tema siempre hay un escritor altamente talentoso que se dedicó la vida entera a trabajarlo y que encontró soluciones increíbles, que te puede entregar el oro del oro en uno, dos, o tres libros. Entonces, ¡a por él!

Liderazgo servidor

La esencia misma de lo que significa ser un líder tiene que ver con esta idea. Si uno está en una posición de influencia y no la comprende, podrá ser muchas cosas, pero un líder fuerte no. 

El liderazgo, en su expresión más elevada, consiste en estar al servicio de los demás, buscando la mayor libertad y beneficio posibles para todos.

John C. Maxwell, uno de los mayores especialistas en liderazgo del mundo, ha publicado ahora en 2020, motivado por la crisis del Covid-19, un webinar titulado Leading Through Crisis, donde ofrece una síntesis de sus mejores ideas sobre el tema (y, todo sea dicho, de donde hemos sacado buena parte de las ideas de nuestro artículo. Je, je…).

Para él, el lema más importante a aplicar en el contexto de un líder manejando una crisis es este:

Las personas primero.

(Put the people first.)

Si en algún momento un líder tiene que ser el primero, que sea a la hora de hacer frente al problema, para dar a otros ejemplo de coraje y de acción.

Un desafío

Para terminar, quisiera proponerte un pequeño ejercicio partiendo de la idea de que, en un sentido positivo, si para algo ha de servir cualquier crisis es para hacernos mejores, más maduros, más fuertes, más sabios, más humanos.

Así, te propongo lo siguiente:

Te desafío a que tomes una mala experiencia y la conviertas en algo que te haga mejor

Que te preguntes: 

  • ¿Cómo esta situación puede hacer de mí una persona mejor?
  • ¿Cómo, a partir de ella, puedo ayudar a la gente?
  • ¿Qué acciones concretas puedo ejecutar para ello?

A ver de qué madera estás hecho(a)…

Y ya que este post de hoy tiene un tema “doble”, liderazgo y manejo de crisis, nada mejor para terminar que ofrecerte un par de nuevas propuestas de lectura que te permitan continuar ampliando perspectivas sobre todo esto. Aquí las tienes: Gestión de crisis: 7 tips para preservar la imagen de tu negocio y Las 8 principales características de un líder ejemplar.