¡Descubre qué es el rebranding y cómo aplicarlo en tu marca!
Descubre qué es el rebranding y cómo puede ayudarte a resignificar la imagen de tu marca.
Qué aprenderás en este post
¿Ya has oído hablar del rebranding? Esta palabra en inglés es muy utilizada por las marcas de todos los sectores. Pero antes de contarte más sobre eso, vamos a explicarte qué es el branding.
El branding es un conjunto de estrategias utilizadas en la comunicación de una empresa con el objetivo de crear una conexión entre el negocio y el público. Esas conexiones, a su vez, generan percepciones capaces de influir en la toma de decisiones del consumidor.
Ahora, ha llegado el momento de entender mejor el rebranding y por qué es relevante en estos tiempos.
¿Qué es el rebranding?
El rebranding es el conjunto de procesos utilizados para resignificar la imagen de una marca. Es decir, su objetivo es cambiar la percepción del público en relación a una marca, a partir de la planificación de estrategias.
Esto puede implicar cambios de nombres, colores, eslóganes, visión, reformulación del logotipo, entre otros. Algunas personas piensan en el rebranding como un rediseño, pero este término se centra solo en la parte visual de una marca. El rebranding va más allá, refiriéndose a la comunicación del negocio con el público.
Hoy en día, muchas marcas llevan a cabo este proceso, buscando la humanización de sus mensajes para reflejar los valores sociales del público, que están directamente relacionados con el cambio en el comportamiento del consumidor y modifican también el posicionamiento de la marca.
¿Cuándo hay que hacer un proceso de rebranding?
No tienes que esperar años para hacer rebranding en tu negocio. Incluso, con el cambio de comportamiento de los consumidores que mencionamos anteriormente, este proceso debe formar parte de una estrategia.
O sea, tienes que planificarlo y ponerlo en práctica a la hora de entender la fase que vive tu marca. Aquí tienes algunos momentos apropiados para realizar el rebranding. Es posible que te identifiques con algunas de estas situaciones.
Cuando el posicionamiento de la marca no está de acuerdo con la visión
El rebranding puede ser necesario cuando te das cuenta de que hay una discordancia entre la visión actual de tu marca y el posicionamiento del negocio. Y esto le puede pasar a cualquiera.
Algunas cervecerías, como Brahma, son un ejemplo de esto. Después de una campaña sexista lanzada en 2020 para promover un nuevo tipo de cerveza, Brahma se vio obligada a retirar el comercial del mercado ante las críticas recibidas en las redes sociales y a entrar en un proceso de rebranding.
La campaña funcionó, porque en 2021 la marca se posicionó de manera diferente. Actualmente, exhibe sus comerciales con todos reunidos y brindando con cerveza.
Cuando existe riesgo de quiebra
Con el cambio del mercado es común hacer proyecciones para entender dónde puede estar un negocio en el futuro. Es posible que permanezca estancado o que vaya a la quiebra, la pesadilla de muchos emprendedores.
Una de las razones para que esto pase es la falta de innovación, o sea, no seguir la evolución del mercado. Con el mismo enfoque, el público puede saturarse y un proyecto de rebranding es la solución ideal para salir de este tipo de crisis.
Durante las crisis de imagen
Las crisis de imagen son el talón de Aquiles de cualquier marca. Si se complican, podrían convertirse en un problema de reputación. Y eso ocurre cuando el producto o servicio se relaciona con algo malo y poco saludable.
Para salir de esta situación, el rebranding es una buena opción. Y esto fue lo que hizo McDonald’s cuando empezó a ser asociada a una mala alimentación. La gran cadena de comida rápida repensó su posicionamiento y decidió cambiar el menú, añadiendo opciones menos calóricas y más saludables, como ensaladas y frutas.
Para cambiar de nicho o audiencia
Puedes usar el rebranding al cambiar de nicho de mercado o público objetivo. Con esta estrategia, es posible desarrollar una audiencia más cualificada y segmentada.
Pero no pienses en esto como algo negativo, porque la identificación con la marca genera más posibilidades de fidelización. Los clientes fidelizados volverán y comprarán de nuevo.
¿Cuáles son los tipos de rebranding?
Algunas marcas pueden tener razones en común para usar el rebranding, pero no todos los procesos son iguales. Aquí te mostramos varios tipos:
Rebranding parcial
En este tipo de rebranding, una empresa no modifica completamente los factores de identificación. O sea, solo cambiará pocos elementos.
Rebranding radical
En este caso, cambia totalmente la identificación de la marca, incorporando nuevos nombres, eslóganes y logotipos. Un buen ejemplo es la aerolínea Latam, antes Tam, desarrollada a partir de la fusión con otra empresa aérea: Lan. El resultado fue una identidad visual radicalmente modificada.
Rebranding evolutivo
Esto ocurre cuando hay pequeños cambios en la identidad de un negocio a lo largo de los años, lo que también requiere un rediseño. Es el caso de Shell con el cambio de logotipo usado desde 1900, con el objetivo de alinear su mensaje con su público objetivo
¿Cómo hacer el rebranding de tu negocio?
Ya sabes qué es el rebranding y en qué situaciones puedes aplicarlo, así que llegó la hora de aprender cómo usar esta estrategia en tu negocio.
Pero recuerda: aquí solo te mostramos los primeros pasos, fundamentalmente porque cualquier decisión de rebranding requiere mucha planificación.
Define tu estrategia y tu objetivo
Lo primero es tener una estrategia y definir los objetivos del rebranding. Esto significa entender la representatividad de la marca, el público objetivo y el posicionamiento deseado.
Para ello, es necesario realizar estudios de mercado y entender cómo se siente el público con respecto a tu marca y a la competencia. A partir de ahí, podrás pensar en posibles cambios, tales como:
- nombres;
- colores;
- eslóganes;
- canciones publicitarias;
- mascotas;
- logotipo;
- alcance de las redes sociales;
- manual de marca;
- Guía de Cultura Organizacional;
- y otros.
Trabaja tu identidad visual
La identidad visual no es solo el logotipo de una marca. En realidad, todo forma parte del componente visual: la paleta de colores, el logotipo, el diseño, las fuentes y hasta la mascota.
Por lo tanto, cuando haces cambios radicales en la identidad visual, el público lo notará. Así que debes adaptarlos gradualmente, por ejemplo, con un cambio conciso. Cualquier modificación se reflejará en la modernización de todos los puntos visuales de la marca.
Por eso, el proceso debe estar bien planificado, para evitar el efecto contrario. Puedes pensar en aplicar el neuromarketing como una buena guía en la percepción del consumidor.
Posiciona tu marca en canales relevantes
Los canales de comunicación son muy relevantes hoy en día, ya que muchos usuarios tienen cuentas en varias redes sociales. Por eso, puedes mostrar tu rebranding los que sean más relevantes para tu marca. Es decir, debes estar presente donde está tu audiencia.
Si aún no tienes una estrategia específica para usar las redes sociales, esta es una buena oportunidad para definirla.
Haz un seguimiento de la reacción de tu audiencia
Al realizar el rebranding, identifica los criterios cuantificables para monitorear el desempeño de las acciones y las reacciones de tu buyer persona.
Para ello, crea expectativas a través del email marketing, por ejemplo. Informa que en breve traerás novedades y despierta el interés de tu público. Apuesta también por publicar en tu blog y en las redes sociales.
¿Dónde más te puede ayudar el proceso de rebranding?
Si identificas una discrepancia entre la visión y el posicionamiento de tu marca, una quiebra, crisis de imagen o un cambio de nicho, aplica el rebranding en tu negocio.
Además de ayudarte a salir de estas situaciones, este proceso es capaz de ofrecer avances y crecimiento al reposicionar la marca para conquistar nuevos clientes y retener a los que se identifican contigo.
Incluso, tener un manual de marca, que reúna la visión, los valores y la misión de tu negocio, puede contribuir con el proceso de rebranding. Para saber más sobre el tema, te dejamos este contenido completo.