¿Cómo invertir dinero? [Guía completa]

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¿Cómo invertir dinero? [Guía completa]

Para muchas personas, el universo de las inversiones parece complicado y distante. ¡Lee esta publicación y cambia de opinión!

Hotmart

09/11/2022 | Por

Invertir dinero significa aprovechar lo que tienes para que te rinda bien en el futuro. Claro, hay muchos dichos populares se transmiten de generación en generación y que aportan lecciones atemporales y universales sobre el dinero. Y también están los consejos, como este: “Si tu dinero vale no lo dejes guardado”. ¿Ya lo habías escuchado?

El significado es simple: si sabes cómo invertir dinero — y no solo ahorrarlo — verás que esta cantidad aumenta cada vez más.

Hay una gran diferencia entre ahorrar y aplicar tu dinero. ¿Sabes la historia de que el “dinero vuela”? ¡Pues sí!

Cómo invertir dinero. GIF ejemplo

Aunque tengas una reserva, si no aplicas esa cantidad, es más fácil dejarte llevar y terminar rompiendo la alcancía. Además, el dinero retenido sufre el efecto de la inflación y puede perder mucho valor.

¿No entiendes nada de esto? ¿Quieres conocer algunas formas de ganar o invertir dinero y hacerlo rendir?

¡Entonces sigue esta guía y saca todas tus dudas sobre las inversiones!

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¿Por qué deberías invertir dinero?

Si tienes una reserva para emergencias y consigues ahorrar un poco al mes, ¡felicidades! Ya estás en el camino correcto.

Ahorrar o invertir dinero es, de hecho, un elemento esencial de la gestión financiera. Sin embargo, vayamos un poco más allá: ¿qué tal si tu reserva comienza a dar frutos?

Para que entiendas mejor la diferencia entre ahorrar e invertir, veamos otro dicho popular: “Quien come y deja, dos veces pone la mesa”. Parece bueno, ¿no es así?

Cómo invertir dinero. GIF ejemplo

Si haces un pequeño sacrificio en una comida, dejando una porción para comerla más tarde. De esta manera, puedes tener otra comida.

Pero ¿qué pasa si este primer esfuerzo no solo se revierte en una comida, sino en varias comidas?

De esto se trata la inversión. Después de todo, mantener una cantidad ahorrada, sin aplicación, es una desvalorización de tu esfuerzo, ya que no hay una corrección significativa al respecto.

Inversiones y rentabilidad

Si vives en el planeta Tierra, al menos debes haber oído hablar alguna historia sobre jóvenes que se hicieron millonarios invirtiendo, ya sea en criptomonedas o por internet.

No es por acaso que estas historias parten de un hecho común, el hecho de convertirse en millonario con una pequeña inversión y que esto sería posible para cualquiera.

Pero ¿Es realmente tan rentable invertir? Sí y no. Estas historias son muy particulares y traen muchas repercusiones que no son el tema de este artículo. Pero ¡claro que sí!, puedes obtener grandes ganancias si sabes cómo invertir dinero.

Y no es de extrañar que la cultura de inversión crezca día a día. Por eso te sorprenderás al saber que casi todos los países de Latinoamérica cuentan con uno o más mercados de valores. Y ahora gracias a la tecnología, algo revolucionario está pasando; ya que puedes acceder a la Bolsa de Valores desde cualquier parte del mundo con solo un clic.

Para esclarecer un poco más, por ejemplo supongamos que tenemos 20.000 euros y queremos comprarnos un coche que vale exactamente 20.000 euros. Estamos dispuestos a retrasar la compra del coche 1 año si a cambio obtenemos algo de rentabilidad. Supongamos que prevemos que la inflación en los próximos 12 meses va a ser del 2%.

Eso quiere decir que el coche que queremos el año que viene costará un 2% más, 20.400 euros.

Si prestamos nuestro dinero al Estado, comprando Bonos del Tesoro por valor de 20.000 euros, a cambio de una rentabilidad igual a la inflación dentro de 1 año el Estado nos dará 20.400 euros, los 20.000 que le prestamos más 400 de intereses (2%).

El precio del coche ha subido hasta 20.400 euros pero nuestra inversión también, y ahora tenemos los 20.400 euros que nos hacen falta para comprar el coche.

Para poder simular inversiones como esta, basta usar el Simulador del Tesoro Español, para el caso de España o conferir el de tu país de origen.

Ah, una nota: dado que este ejemplo es una inversión de renta fija, es decir, cuyo margen de beneficio es predecible — la que ofrece menos riesgos — la rentabilidad es más estable y contenida.

Por otro lado, aquellos que realizan inversiones de capital variable pueden obtener ganancias mucho más significativas. Sin embargo, los riesgos también son más relevantes.

Todo esto debe compararse con tus objetivos y tu perfil de inversionista. ¡Vamos a entenderlo mejor!

¿Cuáles son tus objetivos de inversión?

Nadie ahorra ni invierte dinero sin establecer metas: acumular riqueza, hacer un viaje, pagar la universidad de los hijos, etc.

Conocerlas y comprender, especialmente, si son a corto, mediano o largo plazo es muy importante para dar pasos más específicos hacia la inversión. ¡te las presentamos!

Objetivos a corto plazo

Los objetivos a corto plazo son aquellos que se completarán en los próximos meses o hasta los 3 años. Algunos ejemplos:

  • un viaje en las próximas vacaciones;
  • una gran fiesta de cumpleaños;
  • una reforma en la casa, entre otros.

Aquellos que necesitan recuperar dinero en un período más corto a menudo hacen inversiones con alta liquidez y bajo riesgo.

Una aplicación con buena liquidez es la que se puede recuperar más fácilmente, es decir, que se convierta en dinero efectivo.

Este es el caso de títulos de Tesoro Directo — cuando realizas la solicitud de reintegro, el valor cae en tu cuenta dentro de un día hábil.

Las inversiones con baja liquidez son aquellas que, incluso dando un gran rendimiento, son menos ágiles en esta conversión.

Este es el caso de los bienes inmuebles, por ejemplo: comprar una casa para revenderla cuando haya una apreciación puede demorar algunos años hasta que consigas encontrar a un comprador.

Si necesitas el dinero en poco tiempo, tampoco te vas a arriesgar mucho. Es que, una caída abrupta en las tasas del mercado puede frustrar tus planes de viajar o reformar la casa, pues no habrá tiempo útil para una recuperación.

Objetivos de mediano plazo

Los objetivos de mediano plazo, a su vez, se suelen alcanzar de 3 a 10 años, aproximadamente: Algunos ejemplos:

  • comprar un inmueble nuevo;
  • ahorrar lo suficiente para pagar la universidad de los hijos;
  • acumular patrimonio;
  • abrir un negocio familiar para cambiar de carrera etc.

Son cosas que se pueden ser construidas con más tranquilidad, y que no son tan urgentes.

En estos casos, las inversiones pueden ser un poco más moderadas en cuanto a los riesgos. Además, la alta liquidez ya no es un criterio clave, lo que abre más posibilidades para el inversor.

Objetivos de largo plazo

Si deseas comenzar a invertir pensando en el futuro, como tener una jubilación placentera o transmitirles un patrimonio a tus hijos, las inversiones ya pueden ser más arriesgadas.

Al fin y al cabo, si una acción de la bolsa de valores cae en pique, por ejemplo, tú no tienes tanta prisa y puedes esperar un tiempo antes de recuperar tu capital. ¡A lo mejor, el escenario cambia por completo!

La liquidez tampoco es tan fundamental, ya que no hay urgencia para recuperar la aplicación. Por lo tanto, si tus fondos se comprometen por varios años, tus objetivos no se verán perjudicados.

¿Cómo identificar tu perfil de inversionista?

Conocer tu perfil inversionista también es esencial en la receta para una buena inversión.

Aquí, entra mucho en juego: ingresos mensuales, edad, tolerancia al riesgo, necesidades y mucho más. ¡Aprende un poco sobre cada uno!

Super Conservador: el temeroso

Para este perfil, la seguridad es la consigna. Por lo tanto, prefiere invertir principalmente en opciones de bajo riesgo y alta liquidez. Por temor a perder sus fondos, pueden perder buenas oportunidades de ganancias al no diversificar las aplicaciones.

Conservador: el prudente

Este se arriesga un poco más que el perfil anterior, pero todavía aún va con mucha precaución.

Como no le gusta hacerle frente a los riesgos, quiere evitar sorpresas a toda costa. Por esto, también prefiere inversiones con ganancias más previsibles y estables.

Moderado: con los pies en la tierra

El moderado es ese inversionista que, aunque le gusta correr riesgos de vez en cuando y apostar alto por opciones con más posibilidades de obtener ganancias, aún mantiene sus pies en la tierra la mayor parte del tiempo.

Este perfil de inversionista coloca alrededor del 60 % de sus fondos en opciones conservadoras y el 40 % en aplicaciones más agresivas.

Audaz: tiene la sangre fría

Un inversionista audaz tiene sangre fría, y por eso, los riesgos no lo asustan. Le gusta mantener una pequeña porción de sus fondos en opciones más seguras con pocas posibilidades de pérdida.

Sin embargo, la mayor parte se destina a inversiones que tengan grandes chances de obtener altos rendimientos, incluso significando menos seguridad de las mismas.

Arriesgado: el inversionista loco

Es el extremo opuesto del súper conservador, el perfil arriesgado es aquel del inversor loco. Se toma muy en serio la idea de que cuanto más arriesgada sea una inversión, ¡es más probable que se haga rico!

Es el típico inversionista que no puede escuchar el rumor de que tal acción aumentará porque apostará todas sus fichas. Por eso, suele olvidarse de que es bueno tener al menos una reserva más segura para eventuales necesidades.

Cómo invertir dinero. Imagen con cuatro perfiles de inversionista.

¿Cuáles son los principales tipos de inversiones?

Si este universo es totalmente nuevo para ti, tal vez te resulte difícil ubicarte frente a tantos términos económicos.

Cómo invertir dinero. GIF ejemplo

Y es por eso, que preparamos este breve resumen de los principales tipos de inversiones.

Cómo invertir dinero en renta fija

Las inversiones de renta fija son más conservadoras, ya que presentan menos riesgo. Actúan como un préstamo de tu aplicación al emisor de un título o bono — el gobierno, las empresas privadas o los bancos.

La gran característica es que la tasa de rendimiento es más predecible, ya que generalmente está prefijada (por ejemplo: el 6% de corrección por año).

También hay inversiones de renta fija de tasa posfijada, pero incluso en estos casos está vinculada a algún elemento de indexación. Lo más común es tomar como referencia en la tasa básica de interés del banco central del país de origen .

Por eso, no hay grandes sorpresas en los rendimientos, que sufren fluctuaciones más suaves.

Los ejemplos de inversiones de renta fija incluyen:

  • Cuenta de Caja de Ahorros: las famosas libretas de ahorros, que rinden entre el 4% y el 6% anual;
  • Tesoro Directo: funciona desde la compra de capitales públicos federales (como si fuera un préstamo al gobierno, a cambio de intereses)
  • Certificado de Depósito Bancario (CDB) y Letras de Cambio (LC): también funcionan como préstamos, pero esta vez debido a valores emitidos por bancos e instituciones financieras;
  • Obligaciones: en este caso, se tratan de deudas de empresas privadas. El esquema es el mismo — “prestas” dinero comprando un bono y obteniendo una ganancia en intereses;
  • Letras de Crédito de crédito (LCI y LCA): respectivamente, estos son valores hipotecarios y de agronegocios. La idea de este tipo de inversión es muy similar a las anteriores.

Cómo invertir dinero en renta variable

Las inversiones de renta variable, a diferencia de las inversiones de renta fija, no tienen tasas prefijadas o pos fijadas a ninguna referencia. En este caso, el inversor realiza las solicitudes sin saber con seguridad cuándo y cuánto puede llegar a ganar.

Aunque son un poco más arriesgadas e impredecibles, estas inversiones pueden producir rendimientos muy interesantes y más altos que los de renta fija.

Para obtener la aplicación correcta, el consejo es estudiar mucho sobre el estado del mercado o activo involucrado (potencial de crecimiento, aceptación del mercado, etc.), el escenario político y económico que influye en el negocio, así como las tendencias del sector.

Algunos de los tipos son:

  • Acciones en el mercado de valores: una acción no es más que la fracción más pequeña del capital de una empresa. El inversor se convierte en un “socio” de la empresa, aunque por un porcentaje muy pequeño. Así, si la organización crece y el capital aumenta, el valor de las acciones también aumenta y el inversor puede recuperar mucho más de lo que invirtió;
  • commodities: productos orientados hacia la industria, estas mercaderías se refieren a las materias primas (agrícolas, minerales, energéticas o financieras). El inversor compra acciones, tal como lo hace con las organizaciones, pero aquí se convierte parcialmente en el propietario de este producto (que puede valorarse y venderse más caro más adelante);
  • Fondos de Inversión Inmobiliaria (FIIs): similar a las acciones corporativas, aquí el inversor compra pequeñas partes de proyectos inmobiliarios. A cambio, además de la apreciación de las acciones, el inversor también recibe fracciones mensuales de los alquileres de estas propiedades;
  • fondos multimercados: en este caso, el inversor compra los fondos de algún grupo de gestión administrativo (compuesto por especialistas), con la característica principal de fusionar las aplicaciones en varios mercados: más conservadores y arriesgados.

Cómo invertir dinero en medios digitales

Además de las inversiones más tradicionales, hay opciones de aplicaciones digitales. Este es el caso para aquellos que pueden ganar dinero con productos digitales — los llamados infoproductos —, como cursos online, creación de ebooks, desarrollo de aplicaciones, entre otros.

En estos casos, puedes optar por dos caminos:

¿Todo listo para empezar? ¡Mira estos 13 consejos de oro!

Si te ha gustado todo lo que has leído hasta ahora, pero aún no sabes cómo invertir tu dinero, ¡quedate tranquilo!

A continuación, hemos preparado 13 consejos de inversión fundamentales para aquellos que se están iniciando en este viaje.

1. Entiende el “trípode de la inversión”

Ya hemos hablado mucho sobre los componentes del trípode en esta guía. Son los tres factores que definen una inversión:

  • liquidez: es la velocidad en la que se convierte una inversión en moneda corriente sin depreciación de su precio;
  • seguridad: nivel de riesgo al que el inversor expone su capital;
  • rentabilidad: la cantidad de rendimiento que puede aportar una inversión.

Cada tipo de inversión aporta un grado de estos componentes. El primer consejo es pensar cuidadosamente sobre cada uno antes de comenzar las aplicaciones.

2. Conoce términos importantes

Si buscas ahora en tu navegador “cómo comenzar a invertir”, probablemente encontrarás artículos llenos de términos que parecen estar fuera de tu realidad.

Por eso, es muy bueno entender el glosario de inversiones para que no te asustes de primera. Es más sencillo de lo que parece, aquí hay algunos:

  • activo: acciones o bonificaciones que tiene una organización o un inversor (bienes de valor);
  • cartera de valores: conjunto de aplicaciones — valores o acciones — que tiene un inversor;
  • pasivos: todo lo que entra en la cuenta de la rentabilidad, pero no representa el bien en sí mismo, como impuestos por pagar;
  • cotización (o divisas): es el valor estipulado para un activo en un período determinado;
  • volatilidad: se refiere a cambios en la cotización de un activo;
  • inflación: según lo medido por el Índice Nacional de Precios al Consumo (IPC), muestra el aumento porcentual en el precio de los bienes comercializados en el país.

3. Establece tus objetivos

Si has entendido el trípode de la inversión y has aprendido algunos términos relacionados con este universo, es el momento de pensar en tus aplicaciones.

Para hacerlo, empieza por establecer tus objetivos — ten en cuenta que son decisivos al elegir aplicaciones de baja o alta liquidez, más o menos riesgo o rentabilidad predecible o impredecible.

Un ejemplo es: “en 1 año, quiero ganar dinero con un blog y tener mi propio negocio digital”. Con eso en mente, vale la pena buscar inversiones más seguras e incluso relacionadas con el universo digital.

4. Conoce cual es tu perfil inversionista

Otro punto decisivo es tu perfil de inversionista. Para averiguarlo, un consejo es consultar a una empresa especializada para realizar pruebas que tengan en cuenta tus objetivos, tus necesidades, tu tolerancia al riesgo, entre otras cosas.

5. Estudia sobre los tipos de inversiones

Dadas tus metas y perfil, puedes estudiar las opciones de inversión que te parezcan más apropiadas. Los ejemplos que ponemos aquí son solo algunas de las posibilidades de ingresos fijos, variables y digitales.

6. Busca un agente bursátil

¿Sabías que hay profesionales que se especializan para ayudarte con las inversiones?

Sí, las corredoras de valores pueden ser de gran ayuda, especialmente si eres un inversor iniciante.

Por lo general estos grupos suelen vender carteras de valores ya preparadas para cada perfil, pero también ofrecen servicios de asesoramiento si deseas personalizar tus aplicaciones y tomar las decisiones tú mismo.

7. Haz simulacros de inversión

Al comienzo de este post, te mostramos un ejemplo de inversión en el Tesoro Directo, ¿te acuerdas?

Pues bien: es muy fácil simular inversiones. Puedes contar con agencias o corredoras de valores para esto o usar Internet.

Algunas páginas web ya muestran los resultados de varios tipos de inversiones en paralelo. Esto es bueno para que puedas comparar diferentes rendimientos en función del mismo valor de la aplicación inicial y contribución mensual.

8. Establece tu inversión inicial

Ahora, es el momento de hacer tu inversión, literalmente. ¡Establece el valor de tu aplicación y manos a la obra! Un consejo importante aquí es mantener al menos una pequeña cantidad disponible para emergencias.

Es decir, no inviertas cada centavo que tengas en inversiones con bajo nivel de liquidez.

9. Varía en las aplicaciones

Este es un principio de los expertos en inversiones. Las aplicaciones diversificadas son el mejor camino para correr menos riesgos y tener ocasiones mejores.

Es que, es muy poco probable que todos tus activos sean poco rentables. Con una cartera diversificada, un título que esté infravalorado se compensa con una acción que esté prosperando, por ejemplo.

10. Usa tu intuición, pero con fundamento

De todo lo que hemos visto hasta ahora, es posible que te hayas dado cuenta de que muchas cosas entran en juego incluso después de que se haya hecho una aplicación: un poco de suerte, el progreso del mercado, la salud económica del país, la prosperidad de un sector, etc.

Incluso las inversiones de renta fija, que generan ganancias muy predecibles, están influenciadas externamente.

Por lo tanto, lo mejor es usar dos ingredientes: intuición y base teórica. De esa manera, no apostarás por todo lo que te parece prometedor, bien como no te dejarás llevar únicamente por lo que dicen los expertos.

11. Evalúa los riesgos

La proporción es siempre equivalente: menos riesgo significa menos posibilidades de ganancia. ¿A qué nos referimos? Que las inversiones con rendimientos más atractivos también suelen ser las más arriesgadas.

Entonces, lo ideal es colocar en la balanza lo que es lo más importante para ti: mantener tu activo 100% seguro o tratar de ganar más.

Si la tensión de perder un poco de la aplicación, no te sienta bien, es interesante seguir un camino más conservador y con ganancias más estables.

12. Recuerda pagar los impuestos

No te olvides de que la mayoría de las inversiones están gravadas con el Impuesto sobre la Renta a partir de un determinado valor. Las agencias de corretaje son grandes aliadas para no perderte en relación con los impuestos.

La buena noticia es que algunas aplicaciones están exentas de impuesto.

13. Empieza ahora, aunque sea con una cantidad menor

Finalmente, nuestro último consejo es: ¡empieza ahora!. Ya sea con una gran cantidad, o con una por debajo de los $200 dólares. Independientemente de la versatilidad del universo de las inversiones, el hecho es que cualquier aplicación es mejor que ninguna.

Al fin y al cabo, el consejo de la introducción está claro: “Si tu dinero vale no lo dejes parado”.

¿Qué te parece ver que tu dinero trabaje para ti?

A menudo, la impresión es que invertir tiene más riesgos y menos ventajas que almacenar en casa o en la cuenta ahorros, aquel “dinerillo” que tanto te ha costado ganar, ¿verdad?

Sin embargo, si tienes en cuenta tus objetivos y tu perfil de inversionista, esta alternativa es excelente: es posible ganar dinero fácil.

Así, ves que tu aplicación rinde y trabaja para ti. ¡Esto es lo que intentamos cubrir en esta guía!

Además, has visto que puedes invertir dinero de diferentes maneras, con más o menos riesgo, con ganancias estables, de una manera diversificada, etc.

Incluso vimos que puedes aplicar tu dinero a través del emprendimiento digital, siendo un afiliado o un productor.

Por cierto, ¿qué tal aprender un poco más sobre estas posibilidades?

Una de las principales tendencias en infoproductos son los cursos en línea: ¡lee nuestro post y descubre cómo ganar dinero enseñando algo!

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