La gamificación es una técnica en que se aplica actividades lúdicas para que los miembros de un equipo se sientan integrados y entusiasmados para realizar sus tareas bajo un concepto más dinámico y menos convencional.

Dicha técnica se ha convertido en una de las estrategias más usada en los últimos años por el sector educativo y las empresas que buscan el desarrollo, y ha sido un gran acierto en la mejora de los procesos de enseñanza-aprendizaje y el aumento de la productividad.

En otras palabras, la gamificación consiste en poner a un grupo de personas a jugar con una estrategia planeada y metas concretas. Bien aplicada, es una forma innovadora de lograr grandes cosas.

Por eso, en este post, te vamos a contar todo lo referente a esta metodología que rompe paradigmas. ¡Quédate con nosotros hasta el final!

¿Qué significa la gamificación?

En términos teóricos, la gamificación es un anglicismo que proviene del vocablo inglés “game” que, traducido al español, significa juego.

Entonces, cuando hablamos de gamificar se trata de llevar el juego a espacios en que no suele ser común. Por ejemplo, la educación y las empresas.

De hecho, en los últimos años, este recurso se ha popularizado en las aulas virtuales y los departamentos de Recursos Humanos como una manera de incentivar a los miembros de un equipo.

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En la educación en línea, la gamificación es una herramienta útil para reforzar la enseñanza y mejorar los resultados académicos. Mientras que en el ámbito empresarial motiva a los empleados a involucrarse de forma más activa en la construcción de una marca.

Como herramienta, siempre se ha utilizado, pero solamente en la década de 2010 empezó a tomarse en cuenta en los modelos que apuntan al éxito.

Su auge ha sido tal que, entre los años 2014 y 2020, se realizó el Gamification World Congress (MWC), en el que se encontraban empresas de todo el mundo para conocer las tendencias relacionadas con el juego y cómo llevarlo al nivel de educación, marketing, recursos humanos y ventas.

Muchas de las marcas más reconocidas del planeta en algún momento le han sacado provecho a la gamificación. BBVA, Google, Domino´s Pizza y L´Oreal son solo algunos de los casos de éxito más conocidos.

¿Cuál es el objetivo de la gamificación?

Al aplicar la gamificación, tanto en el aula como en los negocios, el objetivo principal es cumplir metas concretas, obteniendo los mejores resultados mientras los usuarios se divierten.

Esto es posible, porque las actividades lúdicas potencian al máximo las habilidades de las personas y las motiva de forma constante.

Los objetivos de la gamificación son puntuales y los abordaremos a continuación:

Fidelizar al público

En el sector educativo, la fidelización de los alumnos es clave porque mientras más vinculado se sienta el estudiante con una institución, mayores serán las posibilidades de que continúe su formación. Ocurre lo mismo cuando se trata de clases o cursos online.

Por su parte, en el mercado de los negocios resulta más sencillo y económico mantener a un cliente que ganar a uno nuevo y los juegos son una buena estrategia en este sentido.

Un ejemplo de ello es el BBVA Game, que en 2013 ganó los GAwards por su programa de fidelizar a sus usuarios con una actividad lúdica. La banca online era nueva y necesitaban que los clientes la utilizaran.

Entonces, en su estrategia de marketing digital, idearon un juego en el que los clientes ganaban puntos cada vez que usaran los productos financieros a través de la banca online. Luego, con esos puntos, participaban en sorteos o podían canjearlos por premios.

Con esa simple acción, fidelizaron a más de 270 mil clientes en internet.

Motivar a los participantes

Un estudiante desmotivado no tiene un buen rendimiento educativo. En la actualidad, la mayoría de los alumnos son nativos digitales y esto hace que necesiten ser sorprendidos e incentivados para interesarse en los procesos.

Estos jóvenes están en constante exposición a la innovación. Así que, es indispensable hacerlos parte de algo para que se motiven en el aula.

Además, en las empresas, está comprobado que la motivación aumenta la productividad y en los negocios cada vez más competitivos, los detalles cuentan.

Un buen ejemplo de esto es la estrategia que aplicó Domino’s Pizza en 2011. Bajo el nombre de Pizza Cero, nació un juego en el que los usuarios creaban su propia pizza, seguían los mismos pasos que se hacen en el restaurante e incluso podían ordenar la pizza que ideaban.

También, iban subiendo de nivel y hasta hicieron actualizaciones. Los usuarios se motivaban a participar, porque la empresa los hacía parte de sus procesos y, así, ordenar una pizza con Domino’s era una experiencia diferente a la de cualquier otro restaurante.

Ofrecer un sistema de recompensas

Cuando aplicas la gamificación, el objetivo es obtener una recompensa. El trabajo tiene que premiarse. Recibir una retribución por el esfuerzo es esencial para que todos los involucrados colaboren al máximo.

Sin embargo, hay que tener cuidado para que en un equipo no sientan que cualquier actividad merece un premio. Estos tienen que reservarse para logros excepcionales. Es una buena forma de mantener el entusiasmo.

En este punto, podemos destacar la estrategia del gigante de internet, Google. La empresa aplicó soluciones gamificadas para mejorar los gastos de viajes de sus colaboradores.

Google usó un sistema de premios para que sus colaboradores no dejarán para último momento la liquidación por motivo de viajes. A través de un software, motivaron a gastar menos en boletos de avión y hospedaje, haciendo retos con precios reales.

Con el dinero ahorrado, tenían varias opciones: recibirlo al final del mes, usarlo en un próximo viaje o donarlo a una organización benéfica.

¿Cuáles son los tipos de gamificación?

Las actividades lúdicas como herramienta para el logro de objetivos han llegado a diferentes sectores. En ese sentido, existen varios tipos de gamificación que te explicamos a continuación:

Gamificación educativa

En el entorno educativo, la gamificación ayuda al estudiante a aprender jugando y su objetivo es mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Cuando se usa como herramienta educativa, aporta beneficios como:

• Aumentar la participación.
• Incentivar a aprender más y mejor.
• Proporcionar mayor autonomía para un aprendizaje activo.
• Fomentar el trabajo en equipo y la colaboración.
• Ayudar a hacer un mejor seguimiento de la evolución de los estudiantes.

La gamificación en el aula lleva al máximo el potencial de los estudiantes para optimizar su desempeño. Puede emplearse desde la etapa infantil hasta el nivel universitario.

Lo bueno de las actividades lúdicas en clases es que permiten conectar de manera exitosa con los alumnos, emplear diversos recursos y mejorar la atención de los estudiantes.

Gamificación empresarial

Cada vez más empresas utilizan elementos propios del juego para mejorar sus procesos, aumentar el compromiso y la productividad de sus empleados.

Cuando se aplican actividades lúdicas en un ambiente empresarial, se obtienen más beneficios que aumentan la productividad. Por ejemplo:

• Se hace más sencilla la adopción de nuevas tecnologías.
• Fortalece los programas de desarrollo y capacitación del personal.
• Contribuye a la colaboración grupal y el trabajo en equipo.
• Es una gran herramienta para los procesos de reclutamiento.

La creación de programas lúdicos en las empresas también es ideal para promover un buen clima organizacional y crear un impacto positivo en el personal.

¿Cuáles son las técnicas de gamificación?

Como te comentamos al inicio de este post, la gamificación necesita una estrategia que permita el logro de objetivos. Existe una variedad de técnicas que puedes aplicar, entre las que se desatacan las siguientes:

• Acumulación de puntos: consiste en asignar un valor cuantitativo a cada logro.
• Niveles: los participantes deben superar niveles para avanzar en el juego.
• Obtención de premios: se entregan recompensas por objetivos alcanzados.
• Clasificaciones: se trata de hacer un ranking para destacar a los mejores participantes.
• Desafíos: aquí hay que crear competiciones entre los usuarios para medir el desempeño.
• Misiones o retos: ideal para fomentar el trabajo en equipo.
• Logros: aquí es necesario dar mérito a las metas logradas para reforzar la realización personal.
• Competición: se basa en idear actividades en las que los participantes deban competir entre ellos para elegir al mejor.

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¡Juega para ganar!

Aplicar dinámicas de juego como metodología de enseñanza y en el sector empresarial, hace que las actividades cotidianas sean motivadoras, divertidas e impulsen al éxito.

Además, la gamificación promueve la participación activa, favorece el trabajo en equipo y aumenta la productividad, enfocada siempre en el logro de objetivos.

Para que su implementación sea exitosa, es necesario elaborar una estrategia, definir las metas y diseñar actividades lúdicas que se adapten a las necesidades de la organización.

Si quieres sacar provecho de esta poderosa herramienta y de todas las que marcan pauta en la actualidad, es momento de que descubras las mejores estrategias de aprendizaje, para ponerlas en práctica ahora mismo.